Durante la campaña presidencial del año pasado, Donald Trump reiteró su promesa de implementar cambios profundos desde el momento en que volviera a ocupar la Casa Blanca. Sin embargo, pocos anticiparon que lo haría con tanta rapidez.
Desde que asumió la presidencia el 20 de enero, en apenas tres meses, el 47º mandatario de Estados Unidos ha ejercido su autoridad con una intensidad que pocos de sus antecesores han igualado. Para quienes lo apoyan, su enfoque de “conmoción y asombro” representa la prueba de un líder decidido a actuar, cumplir con sus compromisos y poner en marcha reformas postergadas por años.
A través de órdenes ejecutivas firmadas con la característica pluma presidencial o mediante comunicados contundentes en redes sociales, su ofensiva política ha dejado huella en múltiples aspectos de la vida nacional.